Oaxaca, un estado repleto de cultura, historia y belleza natural en el sur de México, es un destino que cautiva a todos sus visitantes. Desde las majestuosas ruinas arqueológicas hasta las playas vírgenes, pasando por pintorescos pueblos y paisajes naturales de ensueño, Oaxaca ofrece una diversidad asombrosa que promete aventuras inolvidables. En este post, nos embarcaremos en un viaje para descubrir algunos de los lugares más hermosos de Oaxaca.
Jalatlaco
En el corazón vibrante de Oaxaca se encuentra Jalatlaco, un barrio que destaca por su exuberante paleta de colores y una atmósfera que invita al deleite sensorial. Caminar por Jalatlaco en las mañanas es sumergirse en un mundo donde cada esquina cuenta una historia, donde las fachadas de las casas se visten con tonalidades vivas y alegres que reflejan la esencia de Oaxaca.
Este barrio, más que un simple lugar, es una experiencia cultural en sí misma. Sus calles empedradas, adornadas con murales artísticos y puertas de madera tallada, son el escenario perfecto para los amantes de la fotografía y aquellos que buscan capturar la esencia de la vida oaxaqueña. Al recorrer Jalatlaco, se puede sentir el palpitar de la tradición mezclándose con el pulso de la modernidad.
Las mañanas en Jalatlaco están impregnadas de una luz especial, que realza los colores de sus muros y crea un ambiente mágico, casi de cuento. Es el momento ideal para disfrutar de un café en alguno de sus acogedores cafés o explorar pequeñas tiendas de arte y artesanía que ofrecen piezas únicas.
Cascada «Las Regaderas» Huautla de Jiménez
Enclavada en el corazón de la Sierra Mazateca, a 8.3 km al norte de Huautla de Jiménez y a 238 kilómetros de la ciudad de Oaxaca, se encuentra una de las maravillas naturales más impresionantes de la región: la Cascada «Las Regaderas», también conocida como Cascada del Puente de Fierro. Esta espectacular caída de agua, con una altura aproximada de 40 metros, es un santuario de belleza y tranquilidad.
La cascada, formada por uno de los múltiples escurrimientos que adornan la sierra, se sitúa en medio de un paisaje boscoso que parece sacado de un cuento de hadas. Al llegar, los visitantes son recibidos por el sonido hipnotizante del agua y una vista panorámica que corta la respiración. El acceso a esta joya natural se hace a través de un emocionante puente colgante de fierro, añadiendo un toque de aventura a la experiencia.
Laberinto del Pacifico, San José del Pacifico
Ubicado en la cima de una loma, inmerso en la serenidad del bosque y a solo 4 kilómetros del centro de San José del Pacífico, el Laberinto del Pacífico es un santuario natural que ofrece una experiencia única a sus visitantes. Como guardianes de 30 hectáreas de bosque prístino, en el Laberinto del Pacífico se vive una conexión profunda y respetuosa con la naturaleza.
El viaje hacia este oasis de tranquilidad comienza con un viaje de aproximadamente 2 horas desde el Aeropuerto Oaxaca de Juárez o 3 horas desde el Aeropuerto Internacional de Huatulco. Para aquellos que optan por el transporte público, se recomiendan los colectivos Lineas Unidas Oaxaca, Eclipse 70 Oaxaca o Huatulco 2000 hasta el centro de San José del Pacífico, desde donde comienza la última etapa de la aventura hacia el Laberinto.
Playa Carrizalillo, Puerto Escondido
Playa Carrizalillo, un escondite paradisíaco en la costa oaxaqueña, se revela al final de un descenso de 168 escalones, prometiendo una experiencia única y serena. Este trayecto, en sí mismo, es una aventura encantadora, especialmente durante la temporada de lluvias, cuando los visitantes pueden deleitarse con la vista de innumerables cangrejos de color morado y rojo que adornan el camino.
Al llegar a la playa, los visitantes son recibidos por un espectáculo natural impresionante: una playa de arena gruesa y blanca, bañada por aguas cristalinas de un vibrante tono verde azul. La combinación de la arena, el mar y la frondosa vegetación crea un paisaje de ensueño, perfecto para aquellos que buscan un retiro tranquilo y hermoso.
Uno de los tesoros más singulares de Playa Carrizalillo es su ojo de agua dulce, situado a escasos cinco metros del mar. Esta rara maravilla natural contribuye a la exuberante vegetación de la zona, incluyendo los árboles de almendra que se mantienen verdes y frondosos todo el año.
Hierve el Agua
Es un destino natural impresionante y único. Conocido por sus fascinantes formaciones de roca calcárea que imitan cascadas petrificadas, este sitio ofrece una vista espectacular que deja a los visitantes asombrados. Estas «cascadas» se han formado durante miles de años por el agua rica en minerales que fluye y se deposita en los bordes de los acantilados, creando un fenómeno natural maravilloso.
Lo que hace aún más especial a Hierve el Agua son las pozas naturales de agua, que se encuentran en la cima de estas formaciones. Las aguas, ricas en minerales, son conocidas por sus propiedades terapéuticas y ofrecen a los visitantes un refugio relajante con vistas panorámicas del paisaje circundante. Estas piscinas naturales son perfectas para un baño refrescante, especialmente bajo el cálido sol de Oaxaca, y brindan una oportunidad única para nadar en un entorno verdaderamente espectacular.